ABSTRACT
Se evaluó la eficacia clínica de 16 filtros solares con factor de protección (FPS) 15 o mayor, en 5 voluntarios sanos y en 4 pacientes fotosensibles. Se incluyeron productos de laboratorios dermatológicos, cosméticos y preparados magistrales. En todos los sujetos se midió la Dosis de Eritema Mínimo (DEM) UVB y UVA. Se consignó el FPS-B y el FPS-A para cada uno de los 16 filtros. En dos pacientes fotosensibles con DEM de UVA muy disminuida se evaluó el FPS-A de los mismos 16 filtros. Como fuente de luz se usaron tubos Houvalite con espectro de emisión continua y de peaks máximos en los 300 nm y 355 nm de UVB y A respectivamente. En voluntarios sanos, varios filtros - aunque no todos - lograron evitar la aparición de eritema 24 hrs luego de 15 DEM de UVB. En los pacientes fotosensibles con DEM-B disminuida varios filtros no lograron evitar la aparición de eritema con la aplicación de tan solo 5 DEM-B. De igual modo, en aquellos con DEM-A disminuida, varios filtros solares también fracasaron en evitar la aparición de eritema tras recibir tan solo 5 DEM-A. El hacer fototest A y B a cada paciente fotosensible nos permite conocer el rango de UV responsable de la afección y nos permite identificar el subgrupo de pacientes con DEM-A y/o B disminuida, es decir, aquellos que más fotoprotección requieren. Nos permite también testear clínicamente varios filtros solares en estos pacientes. Ello nos orienta sobre cuales serían los mejores filtros para cada fotodermatosis y en cada paciente en particular. Esta experiencia mostró a los filtros Nº 3, 6, 12 y 14 como los más efectivos en el UVA; y los Nº 3, 11 y 12 como los más efectivos en el espectro UVB. El filtro Nº3, el único que contiene Mexoryl SX resultó ser más útil en esta experiencia